HASTA LUEGO NEWSWEEK
Todos los días, al salir de mi casa, encuentro varios periódicos y revistas tirados por el repartidor, esperando que el suscriptor, uno de mis vecinos, lo recoja. Debo suponer que ese suscriptor no tiene prisa por estar informado al salir de su casa, porque yo, para la hora en que me topo con el kilo de papel en el suelo, ya leí no solo uno sino varios diarios; escuché varias estaciones de radio, vi el más reciente reportaje de 60 minutos y todo, mientras me ejercito, desayuno y salgo de casa a las 8.30. Cuando veo esas publicaciones en el suelo no dejo de pensar en cuánto papel desperdiciado, pero sobre todo, en cuánta gente aún está tan lejos de subirse al tren digital. A veces por culpa también de las propias publicaciones. Y eso es lo que le está pasando a Newsweek y le puede pasar a otros medios impresos que no han sabido adaptarse a los nuevos formatos. Hace ya unos 10 años, una empresa visionaria vio la oportunidad de mercado para que las pu