EL FIT BIT RESUELVE UN CRIMEN

   Un dispositivo para monitorear la actividad deportiva - de la marca fitbit - ayudó a un hombre, acusado de violación, a demostrar su inocencia.

   En marzo, una mujer viajó a Lancaster, Pennsylvania donde estaría con su jefe. Un día después, la policía recibió un llamado de ayuda por parte de la mujer. Al llegar a la casa, los oficiales encontraron el mobiliario regado, un cuchillo y una botella de vodka. 

   Jannine Risley, nombre de la víctima, relató que mientras dormía fue atacada sexualmente, por "un hombre de unos 30 años, que llevaba botas". Un detalle fundamental es que ella tenía puesto en la muñeca su dispositivo fitbit. Inicialmente dijo que lo había perdido en medio del forcejeo, la policía lo encontró tirado en el vestíbulo y descargó el monitoreo de la actividad de la mujer, con lo que su dispositivo se convirtió un testigo de cargo. 

   El Fitbit que llevaba puesto la señora Risley, arrojó resultados contrarios a su declaración inicial.

   La data arrojada por el dispositivo demostró que la mujer estaba despierta y activa a la hora en que señaló estar dormida.

   Otro dato que levantó sospechas entre los detectives es que no había ninguna huella en la nieve alrededor de la casa.

   Las acusaciones que ahora pesan sobre ella son: "falso testimonio a la autoridad, falsa alarma, y manipulación de las evidencias."

   Conferencias, libros y revistas nos tratan de enseñar tanto lo que es el Internet de las cosas como lo que es la Big Data. El relato es un claro ejemplo de lo que estos términos significan; cada vez más este tipo de dispositivos conectados a Internet, hacen un monitoreo de nuestras vidas cotidianas, las 24 horas de día; desde la ubicación geográfica hasta nuestro estado de salud. 

    Las implicaciones que lleva el uso de estos dispositivos va desde los casos legales, la intervención de las aseguradoras en casos de accidentes o enfermedades, pero sobre todo, cómo la información que contienen la mayoría de los dispositivos que usamos, como nuestros teléfonos móviles, pueden ser utilizados a nuestro favor o en contra y además parte de nuestra intimidad puede ser expuesta a petición de un juez.

   Un ejemplo más de cómo la tecnología sigue transformado nuestro entorno, para bien y para mal.